Dicen que cuando la vida te da limones, la mejor salida posible es hacer limonada. Sin embargo, adoptar esa posición requiere resiliencia, grandeza y una importante cuota de valentía. Eso fue lo que Funky hizo con su vida en su momento de mayor oscuridad.

Si bien su carrera musical la inició en 1995, no fue hasta 1998 que, tras atravesar varias crisis tanto familiares como matrimoniales, el artista de origen portorriqueño se convirtió al cristianismo. No fue un camino fácil pero con la ayuda del Señor, Funky logró desarrollarse y consolidarse como una de las voces más emblemáticas y representativas de la escena musical cristiana. De aquello dan cuenta sus letras que caracterizan en forma magistral su enorme adoración por la fe.

Con siete discos de estudio a su haber, Funky ha cosechado enormes reconocimientos de parte de las comunidades y, por cierto, de la industria musical. A la fecha, ha sido nominado en dos ocasiones a los Grammy Latinos, uno de los más importantes reconocimientos a nivel mundial. No obstante lo anterior, ha obtenido cuatro Premios Arpa, que entrega la Academia Nacional de la Música y las Artes Cristianas en México, un Dove Award en 2007, entregado por la Asociación de Música Gospel de EEUU y dos premios Unción, otorgados desde Costa Rica a los mejores exponentes de la música cristiana en español de todo el mundo.

Actualmente, aparte de recorrer el mundo llevando su talento y estilo único en el mundo, Funky volcó el trabajo de su sello discográfico Funkytown Music a la búsqueda y apoyo de nuevos talentos musicales en República Dominicana.